Los vehículos eléctricos, energía limpia, avances tecnológicos de baterías y supercapacitores tienen algo en común: reducir las emisiones sin sacrificar el rendimiento de los vehículos, comparado con aquellos de combustión interna.
Las baterías típicas de los vehículos eléctricos están compuestas por elementos raros de la Tierra (REE por su traducción al inglés) como litio, níquel, grafito y cobalto; que sólo están disponibles a través de actividades mineras.
El objetivo es genial. La tecnología está mejorando tan rápido para tener precios de mercado competitivos que (en mi opinión) se están olvidando de algo muy importante: la mejora de la eficiencia de toda la cadena de suministro.
Si comparamos ambos procesos de fabricación (para vehículos eléctricos y convencionales), las diferencias no son fáciles de detectar (independientemente de los cambios de diseño en chasis y tren motriz). Como consecuencia, los OEM y las empresas Tier 1 están haciendo grandes esfuerzos para homologar plataformas y tratar de mejorar la oferta de valor para las flotas y los usuarios finales; esa es una de las razones para apostar por los conceptos de “skateboard”.
Basado en lo anterior, definamos el escenario para desafiar la creencia de que "los vehículos eléctricos brindan más beneficios al medio ambiente que los motores de combustión interna":
· Para automóviles de pasajeros y camionetas, el paquete de baterías agrega 544 kg (1,200 lb) adicionales, mientras que el motor típico de 4 cilindros pesa alrededor de 158 kg (350 libras). Para un vehículo comercial, la historia puede ser un poco diferente, porque el peso adicional del paquete de baterías podría reducir la capacidad de carga, lo que podría aumentar la cantidad de viajes por mes para mover la misma cantidad de mercancías del punto A al punto B que un vehículo comercial de combustión interna.
Debido al peso adicional, el desgaste de la carretera y de los neumáticos puede aumentar, lo que lleva a un ciclo de vida más corto y al aumento de los neumáticos en los vertederos.
Teniendo en cuenta que los REE son elementos no renovables, la producción de baterías podría quedarse sin materia prima (después de muchos años) y aumentar los costos ya que la adquisición de estos elementos será más compleja.
Una vez que el paquete de baterías completa su ciclo de vida con fines de movilidad, parece que las aplicaciones de segunda vida se limitan a los bancos de energía domésticos, que son menos riesgosos pero no garantizan evitar fallas (https://techcrunch.com/2021/07/ 30/un-megapack-de-tesla-se-incendió-en-las-instalaciones-de-baterías-grandes-victorianas-en-australia/).
Considerando el vehículo como un todo, el reciclaje puede ser un desafío. Los nuevos vehículos ICE vienen con un montón de sensores y circuitos electrónicos para mejorar la experiencia del conductor y mejorar la seguridad. Para los EV, la historia no es diferente, considerando que el paquete de baterías debe monitorearse en muchos aspectos para garantizar el rendimiento y evitar fallas catastróficas.
Cambiaras tu auto por uno nuevo después de 5 o 7 años. El mercado secundario tendría dificultades para aceptar un EV de segunda mano, incluso si existe la certeza de que el paquete de baterías funciona bien y le quedan 3 años de gran rendimiento.
Basado en el escenario anterior, aún hay muchos obstáculos por sortear para realmente ver reflejados todos los beneficios ambientales por el uso de un vehículo eléctrico. Algunas tendencias necesitan ser resueltas desde diferentes ángulos (o industrias) para alcanzar el impacto deseado:
El manejo de las celdas de baterías después de concluir su ciclo de vida.
Reciclaje de desperdicio electrónico.
Tecnología de llantas para reducir el desperdicio y mejorar rendimiento.
La industria de la movilidad como un todo: sistema de transporte público y vehículos compartidos.
Métodos eficientes y amigables con el medio ambiente para la actividad minera.
Definitivamente hay grandes avances en torno al desarrollo de tecnología amigable con el medio ambiente, sin embargo hay que considerar que el mayor beneficio nunca vendrá de una sola industria, sino del resultado de la colaboración en toda la cadena de valor.